Alentando las vocaciones científicas, entrevista con la profesora Paz Mata
“Desde que alcanzo a recordar siempre he tenido una mente curiosa e inquieta. Creo que es esta curiosidad la que me ha llevado a disfrutar, desde que era una niña, con el diseño de soluciones a problemas de cualquier tipo (tecnológicos, industriales o, incluso, humanos y sociales). El hecho de poder utilizar las matemáticas, la tecnología y la ciencia, en general, para solventar situaciones presentes o para avanzar y adelantarnos a problemas que puedan aparecer en un futuro, es algo que siempre me ha llamado la atención. Tomé la decisión de formarme en la rama de la ingeniería porque me cautivó su capacidad para dar una respuesta global a casi todas mis inquietudes”. Nos cuneta Paz.
La profesora de nuestro colegio, Paz Mata, comparte su pasión por la Ciencia y algunos consejos para promover el interés por estas áreas del conocimiento en los más jóvenes.
¿Y cómo nació tu vocación por la enseñanza?
Recuerdo perfectamente cuándo y de qué modo comprendí que quería dedicarme a la docencia. Durante mi segundo curso en la universidad, con 19-20 años, se me presentó la oportunidad de participar en el plan PATU (Plan de Acción Tutorial Universitario). Se trataba de un servicio que ofrecía la universidad cuyo objetivo era acompañar y acoger a los alumnos de nuevo ingreso en el grado, integrándolos en un grupo de alumnos-tutores, de la misma titulación, que pudieran echarles una mano con las materias y con el día a día en su nuevo entorno, la universidad. Disfruté muchísimo las horas que compartí con ellos en la biblioteca o en la cafetería intentando explicarles lo poco que, hasta la fecha, me había dado tiempo a aprender. Las sensaciones tan bonitas de esos momentos y los buenos ratos compartidos son los que me llevaron a darme cuenta de que podría ser feliz si me dedicaba a la docencia. De hecho, todavía hoy mantengo contacto con los alumnos a los que tutoricé, con los que apenas me llevaba un año de diferencia.
Considero una suerte tener la oportunidad, día tras día, de compartir las horas con los adolescentes que jugarán en nuestro futuro, seguro, un papel fundamental. Nuestro mundo está en sus manos, ¿cómo no iba a ser un lujo intentar transmitirles lo que sé? Me siento afortunada.
Hace unos años, se cruzó en tu camino el concepto de modelización matemática…
Sí, decidí matricularme en el curso “Setmana de la modelització. Reptes per a connectar les matemàtiques amb el món real”, ofertado por CEFIRE (Centros de Formación, Innovación y Recursos Educativos de la Comunidad Valenciana). Aprendí y comprendí el papel importante que podía tener la modelización matemática en mi aula y de qué manera tan positiva podía influir en la comprensión y el gusto por las matemáticas de mis estudiantes.
Y publicaste sobre ello…
Continué poniendo en práctica lo aprendido sobre modelización y consideré una oportunidad escribir y publicar sobre ello. Quizá, mi experiencia podría ser de ayuda para otros profesores de matemáticas interesados en el tema. Es importante compartir experiencias y nutrirnos entre colegas de profesión.
En mi opinión, puedo decir que el trabajo que hay detrás de una publicación científica es un trabajo duro pero muy enriquecedor y reconfortante cuando se hace con el objetivo de dar a conocer algo que has vivido y que crees que puede ayudar a otros en tu situación. Requiere de un trabajo intenso de documentación, recogida de datos e investigación. Pero que sea duro no quiere decir que no sea extremadamente gratificante si el tema elegido es de tu gusto.
En 2020, se publicó su primer artículo “Formación del profesorado en modelización: primeros pasos de una profesora novel”, en la revista MSEL, Modelling in Science Education and Learning, dedicada al uso de modelos en ciencias de la educación con una especial atención a los modelos de carácter matemático. A finales de 2022, llegó la publicación del segundo artículo “La modelización matemática a través del International Mathematical Modeling Challenge”, en esta ocasión en la revista Números, revista de didáctica de las matemáticas. “En ambos casos en compañía de mi compañero César Gallart, coautor de ambos artículos, profesor de matemáticas y autor de diversas publicaciones”, nos explica Paz.
¿Cómo crees que se pueden estimular las vocaciones científicas en las etapas de colegio?
En mi opinión, para conseguir esta estimulación es fundamental presentar las vocaciones científicas como una oportunidad. Una oportunidad de solventar situaciones a los que nos enfrentamos, como sociedad, en la actualidad y también a aquellas a las que tendremos que hacer frente en un futuro. Mostrar la ciencia cómo una herramienta de ayuda, como una aliada con infinidad de recursos todavía por descubrir y con una relación estrecha con el mundo real es muy importante. Me gustaría hacer hincapié en esta estrecha conexión entre cualquier ámbito de la ciencia y el mundo real porque conseguir que estudiantes, tanto pequeños como adolescentes, sean conscientes de esta relación es primordial para acercarles las vocaciones científicas. Vivimos en un mundo cada vez más pragmático, más rápido, más dinámico, con más estímulos por todos lados. Por ello, mostrar la cara más útil de cualquier disciplina científica es importante para conseguir ese acercamiento entre jóvenes y ciencia.
Desde hace años, Paz comparte con algunas de sus alumnas y alumnos la oportunidad de participar en el “International Mathematical Modeling Challenge”. “Supone un claro ejemplo de cómo podemos utilizar la ciencia, en este caso las matemáticas, en nuestro favor. Como profesora, es estimulante y muy gratificante ver cómo, en cuanto tus estudiantes empiezan a entrever esa estrecha relación entre lo que han aprendido en matemáticas (y también en otras materias) y el problema que tienen delante, su interés va en aumento y, con ello, también su esfuerzo y su motivación”, nos explica.
¿Qué aconsejarías a niños y niñas que tengan un interés en temas científicos, pero no lo vean claro?
El mundo de la ciencia es un mundo muy amplio, que abarca muchas disciplinas, abierto a cambios, receptivo a novedades, con capacidad para acoger infinidad de ideas nuevas, es un mundo con muchísimo camino por delante que recorrer. A cualquier niña o niño que tenga interés por un tema científico, el que sea, le animaría a continuar por ese camino, a descubrir sin miedo porque, ¿qué sería lo peor que podría pasar, que cometiésemos algún error? No importa. Los errores forman parte del aprendizaje. La humanidad ha llegado hasta aquí a base de aciertos y, también de errores, ya que aprendemos de ellos. Así que, a cualquier joven con inquietudes científicas le diría que adelante, que siga recorriendo su camino, que avance hacia lo que quiere y, sobre todo, que no se olvide de disfrutar por el camino. La ciencia, en cualquiera de sus disciplinas, es un bonito y amplio mundo con muchas posibilidades. Si te interesa, ¡a por ello!