Ciberdelincuencia: una amenaza real para los menores
La ciberseguridad es una amenaza real, y eso es lo primero que deben saber los niños, aseguran los expertos. Los menores son uno de los colectivos más vulnerables tratándose de ciberdelitos.
Los niños y los adolescentes que no saben cómo protegerse son vulnerables a perder su información, su identidad y a ser acosados.
La adicción a Internet y a las redes sociales, así como el ciberbullying, han sido identificadas como las mayores amenazas de los adolescentes en internet.
Adicción a Internet y ciberbullying, las mayores amenazas
Según los datos de Kelisto.es, casi un millón de adolescentes españoles estarían en riesgo de desarrollar adicción a internet, y 50.000 de ellos ya lo padecerían. La citada web recuerda que pasar por encima de 18 horas a la semana jugando a videojuegos o 14 horas en redes sociales puede conducir a la adicción.
Además del riesgo a la adicción, son muchos los delitos informáticos que se cometen a través de las nuevas tecnologías e Internet. De hecho, según el Informe sobre delitos en Internet del FBI de 2020, en EEUU, cada minuto se pierden 17.700 dólares por ataques de phishing (captar contraseñas o números de tarjetas de crédito imitando correos electrónicos de organismos u organizaciones oficiales).
El ciberbullying es el otro gran riesgo para los jóvenes. Según el citado portal, un 21% de los jóvenes lo ha padecido en alguna ocasión y, de los que lo sufren, uno de cada cinco nunca llega a confesarlo. Se trata de un peligro a edades cada vez más tempranas, ya que la mitad de los niños reciben su primer ‘smartphone’ a los 10 años, cifra que asciende al 80% a los 12 años y al 90% a los 14, según esta fuente.
Los ciberdelincuentes se valen de métodos cada vez más sofisticados para acceder a datos más sensibles y a información personal como la suplantación de la identidad, el phising, el ciberbulling (acoso escolar) o el grooming (ciberacoso sexual a menores) para conseguir sus objetivos. Ya ni siquiera es necesario hacer clic en un enlace infectado para acabar con un malware oculto.
Los menores no sienten miedo
Un interesante artículo de El Economista, publica algunos resultados del estudio Ciberseguridad y Convivencia escolar. Según explica, las familias son conscientes de que educar en un uso seguro y saludable de la tecnología es imprescindible hoy en día. Su preocupación por los riesgos aumenta, siendo prioridad las fake news, la pérdida de tiempo, las ciberadicciones, el contenido inadecuado, el ciberacoso y la relación con desconocidos. Asimismo, la investigación destaca que los menores perciben Internet como algo peligroso, pero manifiestan no sentir miedo de sus amenazas. La mayoría afirman conocer casi todos los riesgos, pero no saben citar más de dos.
La prevención, la mejor protección
¿Cómo podemos proteger a los menores de edad de los ciberdelitos? Los instrumentos internacionales se centran más en la respuesta y sanción, sin embargo, desde el Colegio consideramos que la mejor manera de luchar contra la ciberdelincuencia es la prevención. Profesores, familias y alumnos son claves para la prevención y detección de amenazas.
Juan M. Avila Silva, “Los menores víctimas de la ciberdelincuencia, medidas preventivas en el ámbito internacional”, señala que la prevención no solo debiera de establecerse en la detección de futuros delincuentes –o en el impedimento del desarrollo de ciertos actos delictivos–sino que, igualmente, debiera orientarse en dos sentidos: a) evitar segundas y posteriores victimizaciones, y b) intervenir sobre aquellos colectivos que presenten un elevado grado de cibervulnerabilidad, que en este caso serían adoptar las medidas preventivas en favor de los menores debido a su falta de desarrollo y madurez emocional.
Familia y colegio, juntos en su prevención
Los padres y familiares ejercen un rol decisivo a la hora de que un menor pueda o no ser víctima de un ciberdelito, a través del cuidado en el uso de las TICS por parte de los menores de edad, ya que esta es sin duda la primera línea de defensa. Los expertos señalan que generalmente los menores navegan por la Red el doble del tiempo que los padres piensan que lo
hacen.
La educación -en casa y en el colegio- juega un factor sumamente importante como una medida preventiva de ciberdelitos que afectan a menores.
El primer consejo para los padres consiste en proteger los dispositivos con contraseñas para que los menores sólo puedan acceder a algunos, en los que se recomienda activar sistemas de protección parental. Es recomendable crear cuentas en las que los padres sean administradores y los hijos accedan con permisos limitados.
Importante es igualmente educar a los menores para que utilicen la red de forma segura. Que extremen la precaución a la hora de enlazar a páginas de procedencia desconocida y a la hora de facilitar datos personales, y que no acepten invitaciones de desconocidos en sus perfiles de redes sociales, advirtiéndoles de que si lo hacen, abren la puerta a un posible acosador.
Los expertos recomiendan también que no utilicen el nombre real en los chats sino un pseudónimo, así como compartir imágenes personales que no sean identificables. Y, por supuesto, ante la mínima sospecha, acudir a la policía.