Averiguar algo a través del razonamiento, de la reflexión, de las preguntas: esto es indagar. En el Colegio CEU San Pablo Valencia queremos que nuestros alumnos desarrollen esta capacidad de indagación, y para ello utilizamos métodos educativos innovadores.
Así, fomentamos que los alumnos investiguen sobre los contenidos que se imparten en clase, tanto desde el punto de vista de las asignaturas como a través de su entorno familiar, escolar, de amigos, etc.
La capacidad de indagación otorga a los alumnos un poder considerable, pues al descubrir que pueden aprender por sí mismos, y desde muy pequeños, se ven capaces también de afrontar futuros aprendizajes de forma autodidacta. Y esto es algo que nuestra sociedad demanda, dado que vivimos en un mundo volátil, complejo, ambiguo e incierto.
Gracias al Programa de la Escuela Primaria (PEP), con tan sólo 3 años, los niños comienzan a indagar y a descubrir el mundo que les rodea…
Estos son solo algunos de los ejemplos de las actividades que estamos llevando a cabo este curso (podemos ver más en este enlace: Una nueva forma de aprender, desde la indagación).
Todo esto, unido al hecho de trabajar en la indagación empleando la lengua inglesa en todos los niveles educativos y diferentes áreas de conocimiento y, con el foco puesto en el programa de Bachillerato Internacional (IB), pone de manifiesto que nuestro colegio es, cada día más, y por los resultados alcanzados por nuestros exalumni al acabar su etapa formativa, un referente en innovación educativa.
Con la indagación, los niños aprenden a pensar: analizan, interpretan, organizan lo aprendido… Y en nuestro colegio, además, nos preocupamos especialmente para que, desde Educación Infantil hasta Bachillerato, indaguen al tiempo que desarrollan su pensamiento crítico, despertando en ellos su deseo de comprender y de realizar las actividades del día a día apoyándose en los más dignos valores humanos.
De esta forma, los niños usan su conocimiento e inteligencia para llegar de forma efectiva a la postura más razonable y justificada sobre un tema, construyendo una identidad real sustentada en esos valores. En lugar de aceptar y asumir la opinión de la sociedad, sin más, nuestros niños consiguen tener ideas propias, aprendiendo a discernir entre los argumentos a favor y en contra de cualquier problemática, para finalmente tomar una decisión personal.
Y si es importante despertar en la infancia el pensamiento crítico, también resulta crucial impulsar el pensamiento creativo; esto les ayudará a enfrentarse a la vida sin sentir miedo ante la incertidumbre, clave cuando tenemos que vivir en un entorno cambiante, donde se precisa una gran capacidad de adaptación pero sin dejar de ser fiel a uno mismo.
A través de la indagación, los niños aprenden mientras imaginan cómo evolucionará nuestro planeta Tierra con el impacto del cambio climático, cómo vivirá la humanidad, cuál será la tecnología más disruptiva, etc. Los niños aprenden incluso de sí mismos y logran aceptarse tal y como son, reflexionan sobre sus valores actuales y asumen compromisos personales futuros.
Son muchas las razones que nos llevan a fomentar la capacidad de indagación en nuestro niños, pero la que más peso tiene, sin duda, es porque deseamos forjar en ellos una personalidad íntegra que los ayude a obtener en el futuro unos resultados excepcionales, en lo profesional y lo personal.
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