“La escuela no es un parque de atracciones”
“La escuela no es un parque de atracciones” es el último libro de Gregorio Luri, maestro, licenciado en Pedagogía y doctor en Filosofía. Es autor también, entre otros, de los ensayos La escuela contra el mundo, ¿Matar a Sócrates?, Elogio de las familias sensatamente imperfectas y La imaginación conservadora.
La sinopsis de este libro comienza con esta exclamación: ¡Ya basta! Que dejen de presentarnos como novedades experimentos ya fracasados.
Este libro es un análisis de la educación actual para animarnos a volver a una escuela en donde el conocimiento valioso y las prácticas soportadas por evidencias sean realmente el eje. “Porque con la escuela no se juega”, afirma Luri.
Argumenta que si la escuela, como dicen, está en crisis, no es porque sea una institución vetusta, sino por haber olvidado su noble función: “la de reducir, en el mínimo tiempo posible y en el mayor número de alumnos, la distancia entre la ignorancia y el conocimiento poderoso”.
“Estamos viviendo unos tiempos pedagógicamente extraños y, en ocasiones, estrictamente estúpidos. Si estúpido es aquel que carece de una representación crítica de su ignorancia, bien merecen este título quienes se jactan de fomentar el pensamiento crítico mientras aplican de manera poco crítica metodologías sin soporte empírico o, en algunos casos, con evidencias empíricas que los impugnan”.
En su opinión, a la escuela actual le gusta creer que está protagonizando una revolución que la lleva a descubrir «nuevas formas de aprender». “Sin embargo, lo que nos ofrece suele estar muy lejos tanto de lo nuevo como del aprendizaje riguroso. Buscando las nuevas formas de aprender, parece olvidarse de aquello a lo que debieran servir, los contenidos”.
Afirma también que hoy, en los tiempos de Google, se insiste en que ya no hay conocimientos poderosos, sino buscadores potentes y competencias fluidas. “Si es así, los débiles quedan desamparados y la escuela, al perder los argumentos para defender su nobleza, intenta ocultar sus imperfecciones empeñándose en ser entretenida.
En este sentido, señala que la actual accesibilidad a la información, en lugar de permitirnos prescindir del conocimiento, lo hace más necesario que nunca. La información se hace inteligible cuando es filtrada por nuestro conocimiento previo y se integra en el contexto de lo que ya sabemos. “Nunca fue tan fácil acceder a la información, pero nunca ha sido más importante aprender a filtrarla para convertirla en conocimiento valioso”. La información puede caer de la nube, el conocimiento no”, afirma Gregorio Luri.
Luri insiste en que Google no es el conocimiento, sino un mero motor de búsqueda.
En el criterio tradicional de transmisión del conocimiento, el profesor filtraba la información para separar lo relevante de lo irrelevante, de acuerdo con un propósito curricular determinado; Google no filtra nada, se limita a contar.
El autor, en definitiva, critica a las innovaciones que nada más que innovan, y propone un concreto modelo de escuela basado en el esfuerzo, el estudio y la excelencia.