Los múltiples beneficios del aprendizaje musical
Escuchar música, aprender solfeo y tocar instrumentos son experiencias muy enriquecedoras para nuestros alumnos. La música puede acompañarles de una u otra forma desde el momento mismo de su nacimiento. En el Colegio CEU San Pablo Valencia somos conscientes de la herramienta tan poderosa que es la educación musical, por eso la incluimos en nuestra oferta.
Los beneficios del aprendizaje musical
La música activa muchas partes del cerebro de los niños, y a medida que crecen, pueden acompañarla de bailes, palmas, ritmos, cantando o tocando. Son múltiples los beneficios a nivel psicomotriz e intelectual que supone el contacto con la música. Además, puede ser una herramienta de expresión que les acompañe toda su vida:
Mejor memoria, atención y concentración
La música ejercita zonas del cerebro que es difícil estimular de otra forma. La atención a los detalles y la observación se ven potenciados por el aprendizaje musical. Además, durante este proceso interactúan la memoria visual, la gestual y la auditiva, lo que redunda en una ampliación de la memoria. El cerebro de los estudiantes ganará en plasticidad, y se verá beneficiada también su habilidad lingüística.
Más creatividad
El estudio de música potencia también la agilidad mental, la imaginación y la creatividad. Estimula el lado derecho del cerebro, responsable de nuestra parte más emocional y también de todo lo relacionado con las actividades artísticas. Si los niños practican música les resultará más sencillo y también más natural expresarte a través de otras disciplinas como el canto, la escritura o el dibujo.
Mayor capacidad de resolución de problemas
Esto va de la mano de la creatividad, que les permite resolver problemas con más eficacia y de forma imaginativa. Si además añadimos que el solfeo es pura matemática, los niños y niñas que estudien música tendrán más facilidad para manejarse con problemas lógicos y matemáticos y, en general, razonamientos complejos.
Mejora psicomotriz
La música estimula las capacidades motoras de los más pequeños; con el baile mejora su equilibrio, coordinación y también la noción del espacio. Todo esto se incrementa cuando comienzan a tocar instrumentos, para lo que la ejecución de movimientos coordinados es clave.
Socialización y autoconfianza
La música es una gran aliada para la autoestima. El progreso continuo que deriva del estudio y de la práctica y la posibilidad de compartir la música con otras personas, favorece la confianza en uno mismo, además de facilitar la relación con los demás.
Constancia y responsabilidad
La música exige estudio y práctica constantes. Por eso favorece la fuerza de voluntad, la constancia y la disciplina, imprescindibles para establecer y seguir rutinas de estudio. Además, al percibir mejoras con el tiempo de dedicación, los estudiantes sienten motivación, ganas de superarse y comprueban de primera mano el valor del trabajo hecho poco a poco.