Sencillos consejos para la vuelta al cole, ¡con ilusión!
El día que regresan nuestros alumnos es uno de los más emocionantes del año: momentos de reencuentro, caritas de sueño, sonrisas y también alguna lagrimilla… pero sobre todo ¡mucha ilusión!
Para los padres, oírles decir a nuestros hijos que tienen ganas de volver al colegio no tiene precio. Desde el Departamento de Orientación Psicopedagógica del Colegio os ofrecemos estos prácticos consejos que os ayudarán a conseguirlo:
Sencillos consejos para la vuelta al cole
Escoger el momento oportuno para hablar acerca de “la vuelta al cole”, evitando la ansiedad que puede provocarles. Enfrentarse al primer día de clase en algunos casos puede crear tensión y ansiedad en los niños (y también en los padres), sobre todo cuando el niño o niña asiste al colegio por primera vez, inicia un nuevo ciclo académico o cambia de centro. La incertidumbre de tener nuevos profesores y compañeros se puede minimizar si los progenitores transmiten a sus hijos un enfoque positivo de lo que representa “la vuelta al cole”, exaltando siempre los aspectos positivos y lo que supone la oportunidad de disfrutar de nuevas experiencias (“tú ya eres mayor”, “vas a aprender un montón de cosas nuevas”, etc.).
Para ello hay que adaptar el lenguaje utilizado para que lo entienda el menor, buscar el momento anímico idóneo (cuando el niño/a sea receptivo y nunca después de un episodio de enfado o riña), mantener una escucha activa (evitar los monólogos) y atender a sus ruegos, dudas o petición de aclaraciones (otorgarle un papel activo en la conversación hará que se implique e identifique mucho más con la temática abordada, no convirtiéndose en una imposición por parte del adulto, exponiendo sus dudas y temores se sentirá entendido y arropado), procurar que los mensajes sean claros y cortos (evitar términos ambiguos o que no entienda), en la medida de lo posible es importante prevenirles acerca de lo que va a pasar en sus primeros días de clase (horario, cambio de tutor o tutora, nuevos compañeros, cambio de pabellón, etc.).
Si se inicia la etapa de Educación Infantil (de 3 a 6 años), es bueno plantearle unos días antes que pronto va a empezar el «cole de mayores», empezando a adaptar sus horarios a los del centro educativo. Llegado el momento es importante trasmitirle confianza para que sienta seguridad los primeros días de clase.
Les va a ayudar mucho saber que conocerán a “amigos nuevos” que van a estar en la misma situación que ellos (evitando así que no se sientan solos y que lo vean como algo natural en el desarrollo humano). El primer día de colegio la despedida al dejarles no debe “dramatizarse”, los padres deben mantener una actitud serena y demostrar confianza, no alargándola en exceso. Del mismo modo, habrá que ser muy puntuales a la hora de la salida del centro.
Empezar a establecer de forma paulatina algunos horarios. Se les explicará que hay que ir preparándose para el nuevo curso escolar, así como las ventajas que esto supone, no enfocándolo nunca como un castigo. Dependiendo de la edad del niño y del tiempo que quede para el comienzo del nuevo curso, se adelantará más o menos tiempo. Por ejemplo, levantar a los niños a una hora razonable y adelantar la hora de acostarse. Para que el niño no pase de estar con mucho tiempo libre a tener agendas más estrictas, se irán estableciendo pequeños horarios de estudio, de descanso y de juegos.
Es preferible que poco a poco les vayamos preparando con antelación la hora a la que tienen que acostarse y no el día antes hacerlo de golpe. En casa, por la mañana, los niños pueden aprovechar para ordenar su cuarto y ayudar con algunas tareas de casa. Si les sobra tiempo, también pueden empezar a familiarizarse de nuevo con los libros, y aprovechar un rato para leer. Comprar juntos el nuevo material escolar, forrar los libros, ponerles el nombre y “preparar la mochila” unos días antes del inicio de curso también ayuda bastante.
Conforme a la alimentación y el sueño. Ambos son el “motor” necesario para un buen rendimiento escolar. En los meses estivales, es frecuente que se cambien o desajusten los hábitos alimenticios y de sueño, por lo que al comienzo del curso se debe adoptar de nuevo una dieta equilibrada y un mínimo de horas de sueño (entre 8 y 10 según la edad). Un desayuno completo y bien planificado y un almuerzo variado y saludable son algunas de las recomendaciones de los especialistas en nutrición.
Actitud frente al uso de las nuevas tecnologías (ordenador, videoconsolas, etc.) Es normal que en verano los niños dispongan de más tiempo para utilizar estos medios, pero a medida que se acerca el curso es recomendable ir acortando el tiempo de uso.
Preferiblemente, se aconseja que no utilicen ni el ordenador, ni el móvil, ni ninguna videoconsola antes de irse a dormir porque ello les sobrexcita más y hace que les cueste conciliar el sueño. Además, los padres pueden ayudar a los niños a seleccionar juntos los programas o juegos más adecuados según su edad y contenido. Así como a qué dispositivos pueden tener acceso (móvil, videoconsola, tablet, etc.) y en qué momento.
Organizar su ambiente de trabajo y estudio. Es importante que se disponga de un espacio dedicado exclusivamente al estudio, libre de distracciones (televisión, equipo de música, videoconsola, etc.). Una buena estrategia consiste en ayudarles a crear un espacio propio para su estudio y otro para el ocio. Almacenar y deshacerse de los objetos viejos y dejar espacio suficiente para poner los nuevos, mantener una habitación limpia y ordenada. Revisar cuales son los materiales que sirven del año anterior y cuales va a necesitar nuevos este curso, siendo importante no dejar este aspecto para el último momento. Hay que generar un enfoque positivo, potenciando la ilusión que se crea en todo niño/a por estrenar material escolar.
Plantear metas y acordar unos pequeños objetivos sobre el próximo curso. Esos objetivos se establecerán preferentemente por escrito al igual que las recompensas si se cumplen, o las sanciones en su caso si no se respetan. Por ejemplo, preparar la mochila el día antes, hacer los deberes diariamente en el horario acordado o el fin de semana entre el viernes o el sábado por la mañana para así dejar el sábado tarde y domingo libre, etc. Resulta de vital importancia que el niño tenga un papel importante en la negociación, no percibiendo los acuerdos como algo impuesto (disminuye su motivación e implicación), debiendo conocer en todo momento a los acuerdos llegados, las recompensas, los plazos y las sanciones (es recomendable que el documento esté en un lugar visible para el niño/a, preferentemente en el espacio en el que estudia).
Conocimiento del centro, sus rutinas y su funcionamiento. El colegio es el lugar donde los niños pasarán gran parte de su jornada diaria. Por este motivo, es esencial que los padres recopilen con antelación toda la información relativa al centro al que acudirán sus hijos.
Además de los datos básicos, como los horarios de apertura y cierre, la ubicación de los edificios o los teléfonos de contacto, los progenitores deben informarse de otros aspectos como la normativa del centro para las entradas y salidas o respecto a los uniformes o vestimenta de los alumnos, o el reglamento de régimen interno.
El transporte. Una vez que se conocen los horarios de entrada y salida del centro, es recomendable verificar el tiempo necesario para trasladarse desde el domicilio y evitar retrasos en los primeros días de clase. Una buena idea es hacer una prueba del trayecto unos días antes, a la misma hora en la que está previsto, para que el cálculo se pueda hacer con las mismas condiciones de tráfico. Quienes opten por el autobús escolar deben confirmar los horarios de recogida y comprobar el tiempo de traslado hasta la parada.
Planificar las actividades extraescolares. La mayoría del alumnado de Primaria y Secundaria incluye en su agenda una o varias actividades extraescolares semanales. Los distintos estudios realizados sobre la repercusión de estas actividades en los alumnos indican que si están bien organizadas y estructuradas pueden beneficiar el rendimiento académico y favorecer el desarrollo de la madurez y de distintas competencias interpersonales y sociales. Sin embargo, no debemos olvidar que necesitan también tener un tiempo de descanso y de ocio a lo largo del día. Además de que cada alumno/a necesita un tipo de extraescolar acorde con sus necesidades particulares, no existiendo una “fórmula universal” para todos (por ejemplo habrá alumnos que necesiten extraescolares con mucha actividad motórica, los que demanden potenciar sus relaciones sociales y disciplina con deportes de equipo, otros que requieran propuestas de corte artístico, etc.). Contrariamente a lo que se piensa, no por tener más actividades hará que se canse más; al contrario, lo que ocurrirá será que su activación aumente. Es importante implicarles en el proceso de selección y negociación de las mismas (no debe plantearse como una imposición).