“Trabajar la inteligencia emocional desde edades tempranas es esencial para el desarrollo personal y profesional de los niños”
Hablamos con Nélida Pérez, experta en inteligencia emocional
“Está comprobado que las personas emocionalmente inteligentes poseen más habilidades sociales”, según Nélida Pérez, doctora en Psicopedagogía. Esta experta en inteligencia emocional y pensamiento creativo participó en el EDUtalks ““¿Hijos perfectos o hijos felices?” que celebramos en el Colegio el 4 de mayo, y hoy charlamos con ella sobre algo tan importante para nosotros como las emociones en la educación.
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Según Nélida Pérez, el control y la identificación de las emociones son fundamentales para tomar decisiones correctas a lo largo de la vida y confiar en las propias capacidades. Por eso, trabajar la inteligencia emocional desde edades tempranas es esencial para el desarrollo personal y profesional de los niños, enseñándoles a identificar, empatizar y gestionar las emociones a través de talleres prácticos y divertidos. Esto incrementa su capacidad creativa, haciéndoles más seguros de sí mismos y, por tanto más felices.
El papel de los padres es fundamental para aprender a empatizar y conocer las emociones de sus hijos, trabajándolas diariamente en el núcleo familiar para saber controlarlas y afrontarlas con una visión optimista. “¿Somos capaces de identificar las emociones y ponerles nombres? Es importantísimo que los padres desarrollen un vocabulario emocional con sus hijos para que aprendan a expresar cómo se sienten. El segundo paso, comprender qué nos quieren decir esas emociones, para después regularlas”.
Asegura que se puede enseñar a los niños técnicas para que aprendan a gestionar las emociones. “Desde muy pequeños, se les puede enseñar estructuras, patrones y recursos que les ayuden a superar frustraciones y a gestionar conflictos; a relacionarse con los demás; a ser líderes consigo mismos; a ser asertivos, resilientes…. Sin olvidar lo más importante, a ser creativos y aprender a pensar”.
Añade esta experta en inteligencia emocional que “es importante conocer a nuestros hijos, saber cómo funciona su mente. Aprender a pensar y pensar bien, y a sentir y sentir bien”.